Vamos a hablar sobre la ciencia de la personalidad y cómo aplicarla en la gestión.
La ciencia de la personalidad
Hay muchos mitos sobre la ciencia de la personalidad, como el eneagrama y el Myers-Briggs, que no están respaldados por la ciencia académica. Pero existe una teoría respaldada por investigaciones llamada «los cinco grandes rasgos de la personalidad». Estos rasgos son: apertura, responsabilidad, extroversión, amabilidad y neuroticismo.
Apertura
La apertura se refiere a cómo una persona se relaciona con las ideas y la creatividad. Las personas con una alta apertura son aventureras y creativas, les encanta imaginar diferentes posibilidades y generar ideas. Por otro lado, las personas con una baja apertura son más tradicionales y prefieren mantenerse en su zona de comodidad y seguir rutinas.
Responsabilidad
La responsabilidad se relaciona con cómo se aborda el detalle y la organización. Las personas con una alta responsabilidad aman los detalles, las listas y cumplir tareas. Mientras que las personas con una baja responsabilidad prefieren las ideas grandes y tienden a evitar los detalles que pueden abrumarlos.
Extroversión
Probablemente estés más familiarizado con la extroversión. Las personas extrovertidas son sociables y les encanta interactuar con los demás. Por otro lado, las personas introvertidas son más reservadas y prefieren la soledad para pensar y trabajar. La mayoría de las personas son ambivertidas, es decir, tienen características tanto extrovertidas como introvertidas.
Amabilidad
La amabilidad se refiere a cómo una persona se relaciona con el trabajo en equipo. Las personas con una alta amabilidad son colaborativas y cooperativas, tienden a decir sí a todo y les gusta mantener la armonía. Por otro lado, las personas con una baja amabilidad son más escépticas y tienden a decir no más a menudo.
Neuroticismo
El neuroticismo se relaciona con la forma en que una persona maneja la preocupación o la estabilidad emocional. Las personas con un alto neuroticismo tienden a tener cambios de humor y se sienten afectadas fácilmente por situaciones estresantes. Por otro lado, las personas con un bajo neuroticismo son emocionalmente estables y tienen menos fluctuaciones de estado de ánimo.
Aplicando la ciencia de la personalidad en la gestión
Como gerentes, es importante conocer dónde nos ubicamos en cada uno de estos rasgos de personalidad, así como conocer a nuestros empleados. Cada persona tiene fortalezas y debilidades asociadas a su personalidad, y como gerentes, debemos aprovechar estas características para optimizar la colaboración en equipo.
Comunicación y apertura
Cuando se trata de la apertura, es crucial entender que las personas tienen diferentes formas de comunicarse. Algunas personas pueden generar muchas ideas durante las reuniones, mientras que otras prefieren mantenerse enfocadas en la ejecución. Al establecer agendas claras y estructuradas, podemos equilibrar las ideas y la acción.
Detalles y responsabilidad
Para aquellos con una alta responsabilidad, es importante proporcionarles detalles y descripciones exhaustivas. Les gusta tener todos los hechos y asegurarse de que todo esté en orden. Por otro lado, aquellos con una baja responsabilidad prefieren tener una visión general y evitar los detalles. Al comprender estas diferencias, podemos adaptar nuestra comunicación y proporcionar la información adecuada a cada tipo de empleado.
Interacción social y extroversión
La extroversión también juega un papel importante en la gestión. Algunos empleados son extrovertidos y les gusta interactuar constantemente con los demás, mientras que otros son más introvertidos y prefieren trabajar en proyectos en solitario. Respetar estas diferencias y brindar entornos de trabajo adecuados para cada tipo de personalidad es esencial para fomentar la colaboración y el bienestar de los empleados.
Trabajo en equipo y amabilidad
El trabajo en equipo se ve influenciado por la amabilidad. Algunas personas son muy colaborativas y cooperativas, lo que puede ser beneficioso para la cohesión del equipo. Sin embargo, es importante equilibrar esto con la evaluación crítica y el cuestionamiento constructivo. Las personas con una baja amabilidad pueden aportar perspectivas valiosas y desafiar ideas preconcebidas, lo cual es esencial para impulsar la innovación en el equipo.
Manejo de preocupaciones y neuroticismo
Por último, el manejo de las preocupaciones es crucial para aquellos con un alto neuroticismo. Algunas personas necesitan tiempo para procesar y reflexionar sobre situaciones estresantes, mientras que otras prefieren hablar abiertamente al respecto. Como gerentes, debemos permitir a nuestros empleados que se sientan cómodos y proporcionarles el espacio adecuado para enfrentar sus preocupaciones de la manera que mejor se adapte a ellos.