Cómo ganarte el aprecio de alguien: consejos eficaces

Escrito por Mario Longo

¿Sabías qué una de las mejores sensaciones del mundo es saber que alguien te agrada? No importa si es tu enamorado/a, tu jefe/a, un nuevo amigo/a o tu barista favorito/a. Es posible que estas tres palabras sean algunas de las más poderosas en el idioma inglés: «me gustas». Vale, «te quiero» también son tres palabras bastante fuertes, pero «me gustas» viene antes de «te quiero» de alguna manera.

No hay duda de que las personas altamente agradables tienen más éxito. Tienen más amigos, consiguen más acuerdos y obtienen más citas. Cuando una persona excepcionalmente agradable entra en una habitación, todos quieren conocerla. En resumen, las personas altamente agradables son superhéroes y ¡tú también puedes ser uno!

Pero, por si no me crees, aquí tienes algo de ciencia: El Australian Journal of Psychology descubrió que las personas agradables tienen más probabilidades de mantener sus empleos. No se trata de habilidades técnicas ni talento, sino de agradabilidad. ¿Por qué? Porque las personas agradables son más fáciles de trabajar juntas, son excelentes en los equipos y logran que las demás personas trabajen con ellas sin problemas.

De hecho, un estudio realizado por TalentSmart con más de un millón de personas descubrió que las personas altamente agradables superan a aquellos que no lo son. El investigador John Canal deja claro que la agradabilidad es el mayor predictor de popularidad y aceptación social en un grupo de adultos, más importante que la riqueza, el estatus o la atracción física. Es hora de que hagamos de la agradabilidad una prioridad. Aquí te explico cómo:

Paso 1: Usa la señalización

Aquí tienes una locura: en los últimos siete días, más de 3.400 personas buscaron en Google «cómo saber si a las personas les agrado». Incluso más personas buscaron «cómo saber si a un chico/a le agrado» o «cómo saber si a una chica le agrado». Constantemente tratamos de evaluar si a las personas les agradamos y no siempre es fácil saberlo.

¿Sabes por qué? Porque tratamos de ocultarlo. Este fenómeno se llama «sesgo de amplificación de señales». Solemos pensar que nuestras señales sociales son obvias, pero en realidad no lo son. La investigación ha descubierto que tenemos tanto miedo al rechazo que ocultamos nuestros sentimientos de agrado. Es decir, tenemos tanto miedo de que las personas no nos agraden de vuelta que no les mostramos nuestro agrado en absoluto.

Y esto crea un terrible círculo vicioso: primero ocultas tus sentimientos de agrado, luego la otra persona oculta sus sentimientos de agrado, y nadie sabe si a alguien le agradan. Esto es precisamente por qué miles de personas están buscando consejos sobre cómo ser agradables en Google. ¡Detengamos esta locura del círculo del agrado! Recuerda cuando eras pequeño/a y conocías a un nuevo amigo/a en el campamento o en la escuela. Si te caía bien, lo decías directamente. Recuerdo que un nuevo amigo/a me dijo: «Me caes bien, seamos amigos/as».

¡La amistad más fácil de la historia! Ahora, como adultos, tratamos de aparentar indiferencia: «Quizá te caigo bien, no estoy seguro/a, estoy muy ocupado/a para agradar, a menos que tú lo hagas primero». Esta reticencia a expresar nuestro agrado ocurre en el ámbito profesional, romántico e incluso con nuevos amigos/as.

La investigadora Monica Moore descubrió que, incluso cuando creemos que estamos siendo obvios/as, en realidad no lo somos. Por ejemplo, ¿cuántas miradas directas tiene que dirigir una mujer a un hombre antes de que él se acerque a ella? Tenemos las siguientes opciones: 1) dos miradas, 2) cinco miradas, 3) nueve miradas o 4) trece miradas. La respuesta es 4) trece miradas. No sé tú, pero si mi amiga mira a un chico una o dos veces y él no se acerca, ella asume que a él no le agrada. Aquí está el problema: cuando no usamos señales de agrado, perdemos oportunidades de agrado mutuo. Si no señalas suficiente agradabilidad, las personas asumirán que no les agradas y eso les dificultará agradarte de vuelta. En resumen, piensas que las personas saben cuando les agradas, pero no es así. Y aquí está la razón por la que esto es importante.

Paso 2: Nos agradan las personas que nos agradan

Este es el consejo más sencillo y poderoso que puedo darte sobre la agradabilidad. Cambió por completo todas mis interacciones. Si te agradan más personas, más personas te agradarán a ti. Sí, los humanos somos graciosos: en el momento en que sabemos que alguien nos agrada, nosotros también le agradamos más a esa persona. ¿Por qué? No hay riesgo de rechazo social si sabemos que esa persona nos agrada.

No hay ningún riesgo en agradarle de vuelta y, de forma subconsciente, si alguien nos agrada, pensamos: «Hey, deben tener buen gusto». En mi libro «Captivate» comparto un estudio que analizó a los estudiantes populares de secundaria. ¿Qué crees que tenían en común los estudiantes más populares? Además de ser muy agradables, eran los estudiantes más queridos también. Los estudiantes más populares no tenían miedo de saludar a las personas en los pasillos, sonreír primero o ser claros en su señalización social.

Paso 3: Usa el efecto de atracción por similitud

Aunque apreciamos las diferencias en nuestros congéneres humanos, en realidad estamos cableados para agradar a las personas que son similares a nosotros. Esto se conoce como el efecto de atracción por similitud. Este efecto dice que nos agradan las personas que son como nosotros. Sé que el dicho dice que «los opuestos se atraen», pero cuando se trata de agradabilidad instantánea, tendemos a agradar a las personas que tienen valores similares a los nuestros, intereses similares y se parecen más a nosotros.

En un estudio, los investigadores incluso descubrieron que ayudamos a extraños que están vestidos de manera similar a nosotros. Entonces, ¿cómo podemos usar el efecto de atracción por similitud para ser más agradables? Es fácil: destaca tus similitudes. Los siguientes puntos te muestran exactamente cómo hacerlo de manera auténtica.

Paso 4: Destaca las similitudes

Cuando conoces a alguien por primera vez, debes estar constantemente buscando similitudes. ¿Están ambos tomando el mismo vino tinto? ¿Ambos conocen al anfitrión desde el trabajo? ¿Ambos aman la comida tailandesa? Utiliza tus primeros temas de conversación para descubrir gustos y disgustos mutuos. Y una vez que encuentres una similitud, no la dejes pasar.

Aquí tienes algunos ejemplos comunes: si piensan que el cilantro sabe a jabón (porque realmente lo hace), muestra tu acuerdo y profundiza en esa hierba verde desagradable diciendo: «Sí, el cilantro es el asesino silencioso de la comida. Estamos totalmente de acuerdo en eso». O si escuchas a alguien mencionar que está adicto a la serie «The Handmaid’s Tale», involúcrate en su conversación compartiendo tus escenas favoritas. O si alguien en el trabajo tiene el coraje de decir que algo le pone nervioso, estresado o asustado, no lo dejes solo. Llévalo aparte y cuéntale que te has sentido exactamente de la misma manera.

Además, te doy un consejo secreto: a mí me encantan los «high fives». Si escucho a alguien que es fan de «Seinfeld», le doy un «high five»; si escucho a alguien que le encanta desayunar cereales en la cena, hago un «high five»; si escucho a alguien que también estornuda cuando come chocolate, hago otro «high five». Vale, este último es un poco extraño, lo acepto. En resumen, nos agradan las personas que son como nosotros, así que sé auténtico/a en lo que te gusta y destaca ese gusto en otras personas.

Paso 5: Sé auténtico/a

Quiero que resaltes tus similitudes, pero estas deben ser similitudes reales. Lo peor del mundo es fingir que te gusta algo que no te gusta, fingir ser alguien que no eres o adular a los demás. Un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles hizo que los participantes calificaran más de 500 adjetivos en función de su importancia para la agradabilidad. Los adjetivos mejor calificados no tenían nada que ver con ser extrovertido/a, inteligente o atractivo/a, que son estereotipos típicos de la agradabilidad. En cambio, los mejores adjetivos fueron: sinceridad, transparencia y capacidad de comprensión. En resumen, sé auténtico/a. Si eres genuino/a, las personas también serán más genuinas contigo.