Como dice el refrán, todos hemos pasado por momentos incómodos en nuestras vidas. A veces, esa incomodidad puede dificultar nuestra conexión con los demás o incluso afectar nuestra confianza en nosotros mismos.
Sin embargo, la incomodidad no tiene por qué ser el fin del mundo. De hecho, si sabes manejarla adecuadamente, puedes convertir la incomodidad, ya sea en un momento puntual o en una forma de ser, en confianza.
Ajusta tu lenguaje corporal
Una forma de mejorar tu confianza en ti mismo y cómo los demás te perciben en casi todas las situaciones es ajustando tu lenguaje corporal. Por ejemplo, Tom es capaz de transmitir una sensación de comodidad y facilidad al hablar siguiendo la regla de los tres segundos de contacto visual y desviando su mirada hacia diferentes personas. Esta regla establece que en lugar de mirar hacia abajo o apartar la mirada de forma incómoda o fijar la mirada en alguien durante demasiado tiempo, debes mirar a cada persona en un grupo durante al menos tres segundos antes de pasar a la siguiente. Por supuesto, esta duración puede variar, pero generalmente, esos tres segundos son suficientes para que alguien se sienta incluido en una conversación.
También debes tener en cuenta que los gestos de Tom, como mostrar las palmas de las manos y gesticular con frecuencia mientras habla, hacen que sus comentarios sean más interesantes de escuchar. Además, al mostrar las palmas de las manos, evita una trampa en la que caen las personas incómodas y nerviosas cuando ocultan sus manos. Ocultar las palmas de las manos envía una señal subconsciente de que puedes estar ocultando algo, lo que puede hacer que parezcas menos confiable. Por lo tanto, debes sacar las manos de los bolsillos y, especialmente, evitar agarrar el atril si estás dando un discurso o una presentación. Mostrar las palmas de las manos automáticamente te hará parecer más seguro y confiable.
Comprométete
Una regla general que puedes observar en el lenguaje corporal de Tom durante situaciones difíciles o incómodas, ya sea al cantar en el karaoke, bailar o dar un discurso, es su compromiso. Por ejemplo, en su interpretación de la canción «Umbrella» de Rihanna, la mayoría de los hombres se congelarían y se volverían extremadamente rígidos al mezclar a Rihanna y bailar de forma provocadora, por miedo a ser juzgados o criticados. Sin embargo, al comprometerse totalmente con sus movimientos de baile y expresiones faciales, Tom logra destacar y transmitir confianza. Este mismo principio se aplica en el caso de Jack Black, quien también muestra un gran compromiso al bailar y disfrutar de la música, a pesar de no ser un gran bailarín.
No te tomes las bromas en serio
Si eres una persona incómoda, es muy probable que tus amigos tengan algunas historias embarazosas sobre ti en su mente. En lugar de dejar que esas historias sean el centro de atención y se burlen de ti, es útil saber cómo contar una historia de forma interesante. En esos casos, cuando tus amigos te piden que cuentes tus propias historias embarazosas, demuestras un nivel supremo de confianza al relatar cómodamente lo que a la mayoría de las personas les resultaría vergonzoso.
Al comenzar una historia, debes activar las pautas de lenguaje corporal seguro que mencionamos anteriormente, especialmente si la historia implica autodepreciación. Esto no solo captará la atención de la audiencia, sino que también mostrará una confianza subyacente mientras cuentas historias en las que tal vez te sientas inseguro o torpe.
Además, puedes aumentar el impacto emocional de tus historias al utilizar palabras que generen emociones. Las buenas historias a menudo parecen versiones exageradas de la verdad, y usar palabras que evocan emociones es una forma sencilla de captar la atención de las personas. Otro aspecto importante es encarnar a los personajes de tus historias mediante el lenguaje corporal, actuando los eventos de la historia e incluso imitando las voces y acentos de los personajes. Aunque puede que no seas tan hábil como Tom en el manejo de los acentos, el simple hecho de intentarlo aporta humor a tus historias.
Tener una mentalidad adecuada
Tal vez lo más importante para enfrentar situaciones incómodas es la mentalidad con la que te enfrentas a ellas. Si tienes la mentalidad correcta, no necesitarás técnicas exactas en cada situación, ya que los hábitos carismáticos fluirán de forma natural. La mayoría de las situaciones incómodas se agravan porque luchas por causar una cierta impresión en los demás. Si te liberas de la necesidad de manejar las opiniones de los demás, la incomodidad desaparecerá en su mayor parte. Así que, si alguna vez te sientes incómodo, pregúntate qué percepción estás tratando de controlar en ese momento y relájate sabiendo que es solo una percepción. Tu verdadera confianza no se basa en controlar las opiniones de los demás, sino en aceptarte a ti mismo tal como eres.
Recuerda que no eres perfecto. Siempre habrá cosas sobre ti que los demás puedan criticar o burlarse, o que te hagan sentir avergonzado. Pero al reconocer esas características menos que perfectas y seguir valorándote, generas una verdadera confianza. Aceptar la verdad de que, al igual que todos los demás, a veces haces cosas tontas, embarazosas o lamentables, te ayudará a lidiar con situaciones estresantes, errores sociales y críticas sin sentirte incómodo. Así que, enfréntate a la verdad, al igual que Tom, y aprende a reírte de ti mismo.