Presentar es una habilidad crucial en el mundo laboral. Siempre estamos presentando, ya sea en una reunión, en una llamada de video, en una conferencia o en una charla en el escenario. La presentación implica informar, motivar, educar e introducir ideas a una audiencia. Sin embargo, a menudo desperdiciamos oportunidades para hacerlo de la mejor manera posible.
Problema número uno: no nos damos cuenta de que estamos presentando
A veces pensamos que simplemente estamos repasando actualizaciones semanales, presentando a alguien o abriendo una reunión. Pero en realidad, cada una de esas situaciones es una oportunidad para presentar nuestro mejor yo. No debemos dejar pasar estas oportunidades.
Problema número dos: habilidades de presentación mediocres
Si solo tenemos habilidades de presentación «buenas» o «suficientes», es probable que no logremos captar completamente la atención de nuestro público, que nos interrumpan, que olvidemos lo que dijimos, que nos ignoren mientras hablamos, que no nos compren, no nos contraten, no nos promocionen y no valoren nuestro trabajo. Merecemos más que eso. Necesitamos habilidades de presentación excelentes.
Problema número tres: desarrollo desigual de habilidades
El tercer problema común es el desarrollo desigual de nuestras habilidades de presentación. A veces nos enfocamos demasiado en ciertos aspectos, como contar historias o tener presencia en el escenario, pero descuidamos otros, como el carisma, el lenguaje corporal, las llamadas a la acción o la interacción con el público. Necesitamos desarrollar todas nuestras habilidades de manera equilibrada.