Ser persuasivo sin manipular: consejos efectivos

Escrito por Alice Martin

¡Hola! En este artículo, te compartiré algunos consejos sobre cómo persuadir a través de propuestas de valor sólidas y cómo ser persuasivo sin caer en la manipulación.

Las dos «C» de la Persuasión

Existen dos conceptos clave que debes tener en cuenta antes de comenzar: Claridad y Curiosidad. La claridad es el enemigo número uno de la persuasión, ya que la confusión puede dificultar que las personas comprendan claramente qué estás vendiendo o quién eres. Por otro lado, la curiosidad es esencial para captar la atención de las personas.

¿Ser persuasivo es bueno o malo?

La pregunta de «ser persuasivo es bueno o malo» puede surgir cuando consideramos el poder de influir en los demás. La persuasión se convierte en una herramienta positiva cuando se utiliza con integridad para promover ideas y soluciones beneficiosas. Sin embargo, puede ser negativa cuando se emplea para engañar o manipular. En este artículo, nos centramos en las tácticas de persuasión éticas que respetan la autonomía de la persona y fomentan decisiones informadas.

Paso 1: Crea una propuesta de valor

Cuando se trata de persuadir, olvida el famoso discurso de ascensor y en su lugar, enfócate en las propuestas de valor. Estas son declaraciones que anticipan las preguntas o razones tangibles y funcionales que podrían tener los tomadores de decisiones antes de comprar tu producto o servicio.

Una buena propuesta de valor deja claro qué haces y por qué lo haces, al tiempo que genera curiosidad. Para crearla, debes hacerte algunas preguntas, como:

  • ¿Qué puede hacer tu servicio o producto por mí?
  • ¿Por qué debería comprar tu producto o contratarte sobre otras opciones?
  • ¿Qué problema resolverá tu producto o servicio para mí?

Paso 2: Invita al diálogo

Una de las razones por las que no me gustan los discursos de ascensor es que no fomentan el diálogo. Por eso, una propuesta de valor debe invitar a preguntas y discusión. Comparte qué haces y cómo lo haces, y crea oportunidades para que las personas te hagan preguntas. Esto te permitirá tener una conversación más enriquecedora sobre quién eres y lo que ofreces.

Por ejemplo, en lugar de decir «Soy un ingeniero de una empresa de software especializada en ciberseguridad», puedes decir «Soy un ingeniero de una empresa de software que está tratando de resolver los tres mayores desafíos en ciberseguridad actualmente». Esto invitará a las personas a preguntar cuáles son esos desafíos y te permitirá demostrar tus conocimientos en el tema.

Paso 3: Prepara respuestas sólidas

Las mejores propuestas de valor invitan a las personas a preguntar cómo o por qué haces lo que haces. Estas preguntas no se pueden responder con un simple «sí» o «no», sino que requieren respuestas más detalladas. Asegúrate de tener respuestas sólidas preparadas para estas preguntas, ya que son oportunidades para mostrar tu experiencia y generar más interés en tu producto o servicio.

Paso 4: Ten un poco de valentía

Por último, pero no menos importante, necesitas tener un poco de valentía al crear tu propuesta de valor. A diferencia de los discursos de ascensor, las propuestas de valor requieren más atención a los detalles y pueden llevarte más tiempo perfeccionarlas. No tengas miedo de probar algo diferente y ser creativo. Recuerda, ¡las propuestas de valor despiertan el interés de las personas y las animan a querer saber más!

Si necesitas ayuda adicional para desarrollar tu propuesta de valor o quieres comprender mejor si ser persuasivo es bueno o malo en distintos contextos, no dudes en comentar en la sección de abajo.