Los malos jefes son una plaga en las empresas. Su presencia genera estrés, confusión y conflictos. Por esta razón, es importante que sepamos identificarlos.
Los malos jefes son aquellos que no respetan a sus empleados, no escuchan a sus ideas, no son justos con el trabajo que realizan, y no tienen la capacidad de delegar.
¿Cómo saber si tu jefe no te valora?
Si tu jefe no te valora, es probable que no te conceda las oportunidades de crecimiento profesional que mereces, o que no te dé una remuneración acorde a tu desempeño. Si tu jefe no te valora, es probable que te critique de forma excesiva o innecesaria. Si tu jefe no te valora, es probable que no te dé la motivación ni el apoyo que necesitas para desarrollarte en tu trabajo. Si tu jefe no te valora, es probable que no te respete como profesional.
¿Qué hacer cuando se tiene un mal jefe?
Cuando se tiene un mal jefe, lo primero que se debe hacer es identificar el problema. A continuación, se debe buscar soluciones para mejorar la situación. Si no se pueden tomar acciones para mejorar la situación, lo mejor es buscar un nuevo empleo.
¿Cómo saber si tu jefe te tiene envidia?
Las señales de que tu jefe te tiene envidia son bastante claras. Si te ignora en las reuniones, no te concede el mismo trato que a otros empleados o te critica en público, es muy probable que esté intentando herirte. Si sientes que tu jefe te está envidiando, intenta hablar con él para averiguar qué es lo que no le gusta de ti. Si no está dispuesto a hablar, toma nota de todas las situaciones en las que te sientas incómodo y busca una solución. Puede que sea necesario buscar un nuevo empleo, pero es mejor saberlo antes de que la situación empeore.
Identificar a un mal jefe es relativamente sencillo, ya que estos caracterizan por ser autoritarios, manipuladores, y por tener una baja capacidad de escucha. Además, son propensos a generar un clima laboral negativo, en el cual se fomenta el estrés y la tensión.
Un jefe es malo cuando:
1. No escucha a sus empleados.
2. No tiene claro lo que quiere.
3. Critica constantemente.
4. No delega.
5. No tiene buenas relaciones con sus subordinados.