Cuando se comienza un nuevo empleo, hay ciertas cosas que se deben evitar, tales como llegar tarde, no saber cuál es tu función o molestar a tus compañeros. A continuación se enumeran algunas de las cosas que no se deben hacer nunca el primer día de trabajo: No llamar al jefe por su nombre de pila, no hablar mal de los compañeros de trabajo, no preguntar por el salario, no llegar tarde. Además, si al finalizar la jornada sientes que el ‘primer día de trabajo y no me gusto’, es importante no tomar decisiones apresuradas y darle tiempo al proceso de adaptación.
¿Que hacer y que no hacer el primer día de trabajo?
Las primeras impresiones cuentan y mucho a la hora de buscar un empleo. Hay una serie de cosas que es mejor no hacer el primer día de trabajo: llegar tarde, no presentarse o no traer los papeles necesarios. Por el contrario, es mejor estar puntual, ser amable y servicial con el personal, y tener toda la documentación en regla. Si al final del día te encuentras pensando «primer día de trabajo y no me gusto», recuerda que es natural sentirse fuera de lugar al principio y que es importante darle una oportunidad al nuevo ambiente de trabajo.
¿Cómo se debe actuar en el primer día de trabajo?
El primer día de trabajo hay que actuar de la manera más profesional posible. Es importante estar atento a las indicaciones que dé el jefe y realizar las tareas que se nos asignen. También es fundamental ser amable y cordial con todos los compañeros de trabajo. Si sientes que el ‘primer día de trabajo y no me gusto’, es una oportunidad para reflexionar y considerar cómo podrías ajustarte mejor a la cultura de la empresa.
¿Cómo causar buena impresión en el primer día de trabajo?
– vestir de forma adecuada
– llevar el material necesario
– ser puntual
– sonreír
– saludar a todos
– preguntar qué es lo que se puede hacer
– escuchar
– no criticar
No hagas esto el primer día de trabajo
No llegar tarde, no fumar, no comer, no beber, no gritar, no hablar mal de otros empleados, no interrumpir, no tomar el teléfono, no salir a fumar.
No estresarse, tomarse el tiempo para adaptarse, no presionarse y relajarse. Es clave mantener una actitud positiva, incluso si tu primer impulso es decir «primer día de trabajo y no me gusto», piensa que puede ser solo la primera impresión y que hay margen para mejorar y acostumbrarse al nuevo entorno laboral.