¿Por que duró poco en los trabajos?

Escrito por Mario Longo

Cuando buscamos empleo, lo primero que queremos saber es cuánto durará en el mismo. Según un estudio realizado por la consultora Manpower, el promedio de duración de un empleo en el mundo es de 3,5 años. Pero, ¿por qué es tan corto el promedio de permanencia en los trabajos?
Las personas que duran poco en los trabajos pueden tener varias razones para ello. Algunas personas no se adaptan bien a una rutina, mientras que otras pueden tener problemas con su jefe o colegas. Algunas personas simplemente no encuentran el trabajo adecuado para ellas, o no están satisfechas con el trabajo que tienen.

¿Por qué no duró mucho en los trabajos?

Las personas que no permanecen mucho tiempo en sus trabajos pueden tener diversas razones para ello. Algunas de estas razones pueden ser: no están satisfechos con el trabajo; no les gusta el ambiente en el que trabajan o no se sienten apreciados; no están recibiendo el salario que esperaban; no tienen tiempo para realizar sus tareas debido a que están trabajando demasiadas horas; no están capacitados para el puesto que ocupan.

¿Qué pasa si duró poco en un trabajo?

Si duraste poco en un trabajo, puede que hayas decidido renunciar porque no estabas satisfecho con el empleo, o el empleador pudo haberte despedido por alguna razón. Si renunciaste, es posible que hayas recibido una indemnización, dependiendo de la política de tu antiguo empleador. Si fuiste despedido, es posible que hayas recibido una indemnización menor o ninguna indemnización en absoluto. Si no recibiste ninguna indemnización, es posible que hayas perdido el derecho a recibirla.

¿Qué hacer para durar en el trabajo?

Tener una actitud positiva, comprometerse con el trabajo, ser puntual, estar preparado, ser creativo, ser respetuoso.

¿Qué es fracasar en el trabajo?

El fracaso en el trabajo puede tener muchas causas, como la falta de habilidades, la mala organización, la falta de motivación, la falta de concentración, etc. La persona que fracasa en el trabajo puede tener dificultades para obtener buenos resultados, para mantener un buen ritmo de trabajo o para establecer relaciones laborales positivas.

Las personas que tienen una historia de cambiar de trabajo con frecuencia pueden ser vistas como inestables y poco comprometidas. Esta imagen puede hacer que las empresas no quieran contratarlas, o que si lo hacen, no las mantengan por mucho tiempo.
Las personas que duran poco en los trabajos tienden a ser impacientes y no se esfuerzan lo suficiente para adaptarse a una rutina y a una cultura laboral. También es probable que sean poco responsables y que no estén comprometidas con su trabajo.