Cuando se está buscando trabajo, es esencial que se consideren las condiciones laborales ofrecidas. Aunque no todos tenemos el mismo concepto de lo que es un trabajo bueno, hay ciertas cosas que se deben tener en cuenta a la hora de decidir si aceptar un empleo.
Las condiciones laborales influyen en la satisfacción en el trabajo. Según el estudio “Las condiciones laborales en España. Claves para mejorar la productividad”, publicado por el Instituto de la Mujer y el Observatorio Permanente de la Igualdad, existen dos condiciones fundamentales para que los trabajadores estén satisfechos con su puesto de trabajo: las condiciones laborales y la conciliación de la vida laboral y familiar.
Por ello, es importante que el trabajo sea bueno, es decir, que las condiciones laborales sean adecuadas, que se cumplan las horas pactadas, que se paguen los salarios en tiempo y forma, que haya buen clima laboral, que se respeten los derechos de los trabajadores, etc.
Según el artículo, hay ciertas señales que nos pueden indicar si el trabajo es bueno o no. Según estas señales, el trabajo debe ser interesante, nos debe permitir aprender, desarrollarnos y adquirir nuevas habilidades, nos debe proporcionar una buena retribución económica y debe estar en consonancia con nuestros valores. Si el trabajo cumple estos requisitos, es probable que sea bueno. Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada persona es diferente y que lo que puede ser bueno para una persona, puede no serlo para otra.
Las personas que están empleadas saben si el trabajo que están realizando es bueno o no, dependiendo de las condiciones laborales en las que se encuentran, el salario que perciben, la forma en que son tratadas, el ambiente laboral, etc. Si el trabajo es bueno las personas se sentirán satisfechas y realizadas, pero si no lo es, se sentirán estresadas, insatisfechas y tal vez incluso padecerán una enfermedad laboral.
