¿Te has dado cuenta de que siempre sales con el mismo tipo de persona una y otra vez? Esto podría no ser una coincidencia, sino tu estilo de apego. Hay cuatro estilos de apego diferentes que determinan cómo nos conectamos con las personas de manera repetitiva.
¿Qué es un estilo de apego?
Nuestro estilo de apego revela nuestras tendencias y patrones de cómo nos conectamos con las personas en nuestras vidas. Como humanos, nos conectamos con las personas de formas similares: nos apegamos a nuestros padres, parejas, hijos y amigos de manera parecida.
Según la investigación, generalmente tenemos uno de los cuatro estilos de apego, los cuales dictan cómo nos conectamos con las personas en un patrón repetitivo.
¿Por qué es importante conocer tu estilo de apego?
Nuestro estilo de apego puede ser un predictor aterrador de nuestros éxitos o fracasos en las relaciones. Conocer tu estilo de apego te permitirá comprender y mejorar tus patrones de relación.
Los cuatro tipos de apego
1. Apego ansioso
Las personas con apego ansioso suelen preocuparse más por sus relaciones. Experimentan lo que se conoce como «hambre emocional» y desesperación por sentirse amadas y deseadas. Necesitan más seguridad y asegurarse de que su pareja realmente los quiere y está involucrada en ellos. También tienden a ver el amor como una fantasía, como si estuvieran en una comedia romántica perfecta. Suelen buscar a una pareja que pueda rescatarlos o completarlos. Desafortunadamente, su desesperación a veces puede alejar a la persona con la que quieren estar cerca. Cuando tienen miedo de perder a su pareja, pueden volverse aún más pegajosos, posesivos o paranoicos, necesitando atención constante. Aproximadamente el 20% de la población tiene apego ansioso.
2. Apego evitativo
Las personas con apego evitativo tienden a ser emocionalmente distantes de su pareja. Se enorgullecen de su independencia y ven el apego como una debilidad. Les gusta procesar sus emociones por sí mismas y no les gusta compartir sus vulnerabilidades con nadie más. Desafortunadamente, tienden a alejarse cuando más necesitan ayuda. Les preocupa volverse demasiado dependientes y que esto les quite su independencia. También pueden cerrarse emocionalmente durante discusiones o alejarse de los sentimientos. Alrededor del 20% de la población tiene apego evitativo.
3. Apego seguro
Las personas con apego seguro suelen ser menos ansiosas y más satisfechas con sus relaciones. Les resulta fácil establecer conexiones y tienen menos dudas sobre la igualdad de su relación. También tienen menos dificultad en buscar consuelo o pedir ayuda. Aproximadamente el 55% de la población tiene apego seguro.
4. Apego temeroso
Este es el estilo de apego menos común. Las personas con apego temeroso oscilan entre necesitar mucha atención y alejarse. Quieren seguridad y espacio, quieren un amor inagotable e independencia. Viven en un estado mental ambivalente donde pasan de tener miedo de la conexión a analizar en exceso la igualdad o profundidad de sus relaciones. Tienden a sentirse abrumados con facilidad y tener cambios de humor impredecibles. Un día pueden asfixiar a su pareja y al día siguiente pueden desaparecer sin explicación. Menos del 5% de la población tiene apego temeroso.
Realiza nuestro «quiz de apego» para descubrir tu estilo
Si no estás seguro de cuál es tu estilo de apego, tenemos un cuestionario gratuito para que puedas evaluarte. Esto te ayudará a confirmar tus respuestas. Pero, ¿qué pasa si no te gusta el resultado? No te preocupes, no estás condenado a tu estilo de apego. La conciencia es el primer paso y el más importante. Analiza tus patrones: ¿tiendes a alejarte o asfixiar? Ser honesto contigo mismo y con tu pareja es crucial.
En segundo lugar, es importante tratar tu relación y desarrollarla como una base segura. Los investigadores dicen que las personas que pueden cambiar su estilo de apego lo hacen al formar un apego seguro ganado. Esto significa tratar la relación como un cimiento, buscar parejas seguras si estás buscando a tu pareja ideal. Evita las relaciones tumultuosas con frecuentes rupturas, muchas peleas o emociones intensas. Cree en el crecimiento, no existe una relación o una pareja perfecta. Cuanto más entendamos que podemos crecer en un amor más profundo, más energía pondremos en la relación. Haz que tu objetivo sea desarrollar la relación como tu hogar, un punto de referencia, una base para ti. En una relación correcta, buscarás una conexión satisfactoria y amor mutuo.