¿Qué motiva a las personas más para alcanzar sus metas? ¿Las recompensas financieras, los cumplidos, el progreso o la competencia? Según la investigación, las recompensas financieras son un motivador pobre para el éxito.
Según la ciencia, los pequeños logros nos motivan a seguir adelante. El progreso es lo que debemos destacar por encima de los premios. Ya sea que hables con un colega, tu pareja o intentes motivarte a ti mismo, resalta el progreso. Aquí te mostramos cómo:
Al hacer tu lista de tareas diarias, comienza con lo que ya has completado en las últimas 24 horas y luego lo que deseas completar en las siguientes 24 horas. Haz una pequeña ceremonia al verificar el progreso que ya has realizado antes de hacer más.
Crea tableros de puntaje
Para proyectos grandes, haz tableros de puntaje para ti y tu equipo. Esto te permitirá ver cuánto has avanzado en el proyecto.
Habla sobre lo que ya han logrado
Cuando hables con tus compañeros de equipo, en lugar de decirles lo que deben hacer a continuación, habla sobre lo que ya han logrado. Al dar un cumplido, destaca tareas específicas que ya han logrado y no hables sobre cuánto les falta.
Auto-motivación
¿Cómo te hablas a ti mismo en tu mente? A veces desearía poder meterme en la cabeza de alguien solo para escuchar lo que están pensando. Nuestros pensamientos son secretos, y eso es algo bueno. A menudo somos más duros con nosotros mismos en nuestra mente que en la realidad. Pero nuestros pensamientos importan. Aquí tienes algunas preguntas importantes. ¿Eres amable, malo, duro o dulce contigo mismo cuando hablas contigo mismo? ¿Tus pensamientos concuerdan con tus acciones? ¿Estarías bien si tus pensamientos fueran transmitidos abiertamente?
Cambia tu diálogo interno
El primer paso para motivarte es comprender cómo tus pensamientos están vinculados a tus acciones y si tu conversación interna te está frenando. El cerebro cree lo que le dices.
El argumento es que estamos programados por nuestros pensamientos y nuestras «verdades» internas, que son las ideas que nos decimos a nosotros mismos, aunque no sean ciertas. A veces aprendemos estas «verdades» de nuestras experiencias de vida y otras veces las adoptamos de las personas que nos rodean.
Identifica tus «verdades» limitantes
Las «verdades» limitantes son las ideas que te dices a ti mismo y que te impiden alcanzar tu máximo potencial. Al identificar estas «verdades» negativas, puedes escribir su opuesto y buscar evidencia de por qué la inversa es cierta. Esto te ayudará a desmantelar tus creencias limitantes y a tomar acción.
Elije ser tu propio motivador
Tienes la opción de vivir automáticamente o vivir de manera intencional, enfrentando desafíos y verdades difíciles. Si crees que necesitas cambiar algo antes de poder motivarte, será casi imposible que seas productivo. Es hora de abandonar esos deseos limitantes y pasar a la acción. Lleva un registro de tus pensamientos internos, cambia tu diálogo interno y descubre las barreras que te impiden motivarte.
El poder de las palabras
Los rituales, rutinas y hábitos son importantes para motivarte. Crea un mantra motivacional para desafiar tus creencias limitantes más comunes. Por ejemplo, si te dices «soy tonto», el opuesto sería «soy talentoso» y la evidencia sería tus logros y responsabilidades. Aborda tus creencias limitantes una por una y recuerda que eres increíble.
