Importancia de la autenticidad en el lenguaje corporal

Escrito por Mario Longo

¿Quién decide si te gusto o no?

Desde el momento en que me ves, tu cerebro toma una decisión casi de manera instantánea sobre si soy tu amigo o enemigo basado en mi comportamiento, lenguaje corporal, tono de voz y más. Esta decisión la toma una parte de tu cerebro que se encuentra en la parte superior de tu columna vertebral y que se llama el cerebro reptiliano.

Tu cerebro reptiliano hace juicios rápidos sobre las personas a su alrededor y decide si debemos acercarnos o alejarnos de ellos. Hay cuatro categorías en las que tu cerebro puede clasificarme: amigo, enemigo, posible pareja sexual o indiferente.

La mayoría de las personas que conoces te resultarán indiferentes porque tu cerebro está programado para ser así. Sin embargo, si logro que te vea como un amigo, buscarás información que confirme esta idea y viceversa. Si sucede esto, estarás más dispuesto a prestar atención a lo que digo.

Para que te vea como un amigo, utilizo señales universales, como sonreír. La sonrisa es un signo de amistad en todas las culturas y equilibrios musculares que elevan los extremos de los labios. Además, utilizo otras señales, como levantar las cejas para mostrarte que te reconozco. Además, muestro las palmas de mis manos desarmadas, un gesto que indica honestidad y transparencia.

Reconozco que esto puede parecer manipulador, pero estoy convencido de que es necesario para captar tu atención y transmitirte mi mensaje. Si actuara de manera auténtica y honesta contigo, no lograría que me escuches. Por eso, te pido que también te comportes de forma «inauténtica» con los demás. Es decir, que te tomes el tiempo para escuchar a personas a las que normalmente ignorarías y actuar como si fueran tus amigos. De esta forma, podrías descubrir ideas que cambiarán tu vida.

A final de cuentas, no somos lo que pensamos o nuestras habilidades innatas. Podemos ser mucho más de lo que creemos si tomamos decisiones conscientes y nos acercamos a los demás con amabilidad y atención. Así que te animo a que te atrevas a ser «inauténtico» y veas lo que sucede.