En el mundo de las ventas, hay un concepto llamado «kiss vs kill» (manténlo simple y breve vs manténlo largo y extenso). Los vendedores principiantes «matarían» la venta al hablar y hablar sobre detalles sin importancia, mientras que un buen vendedor tocaría todos los puntos importantes en el menor tiempo posible y cerraría el trato.
El primer consejo para tener una conversación eficiente es eliminar palabras vacías como «umm», «como», «supongo», «bueno», «eh», «sabes», ya que estas palabras no aportan valor a la conversación y literalmente no significan nada.
Mira este párrafo: ¿Qué hiciste este invierno? Bueno, la verdad, tuve un tiempo aceptable. Me fui a hacer snowboard por primera vez con algunos amigos y, eh, en realidad fue mucho más difícil de lo que parecía. Eso es todo, supongo. Me divertí, jaja.
Ahora compáralo con este: ¿Qué hiciste este invierno? Mis amigos y yo fuimos a hacer snowboard, fue mi primera vez y resultó ser mucho más difícil de lo que pensaba.
¿Notas cómo la segunda versión es mucho más breve pero transmite la misma información? Además, suena más segura y sofisticada. No temas hacer pausas en lugar de depender de palabras vacías como un recurso. Las pausas pueden ser poderosas y enfatizar diferentes partes del mensaje. Aquí tienes un ejemplo de pausas en acción con la misma oración que mencionamos antes: Mis amigos y yo fuimos a hacer snowboard. Fue mi primera vez, pero resultó ser mucho más difícil de lo que parecía.
Otro consejo es usar pausas para enfatizar diferentes partes del mensaje y transmitir mensajes más poderosos.
La siguiente habilidad es probablemente la más importante en términos de capacidad de conversación en general. Si puedes dominar esta habilidad, podrás tener una conversación interminable con prácticamente cualquier persona.
El tercer consejo es «conversational threading» (enhebrado de conversación). Dentro de cada oración, hay diferentes temas de los que puedes derivar. Veamos la siguiente oración: Vivo en la ciudad de Nueva York, pero siempre he querido mudarme a los suburbios porque amo la naturaleza y odio estar rodeado de mucha gente. Aquí hay cuatro temas diferentes a los que puedes derivar: puedes hablar sobre esa vez que querías visitar la ciudad de Nueva York, puedes hablar sobre cómo te sientes viviendo en los suburbios, puedes hablar sobre tu relación con la naturaleza y también puedes hablar sobre cómo eres introvertido y cómo puedes relacionarte con su odio por estar rodeado de tanta gente.
Cuando una conversación muere, generalmente es porque no hay otros temas interesantes de los que hablar. Así que, cuando se te presente la oportunidad de derivar en diferentes temas, elige uno del que estés interesado en hablar. También ten en cuenta que quieres brindar a la otra persona la oportunidad de hablar sobre múltiples temas también. Si no les das temas a los que derivar, la conversación eventualmente llegará a un callejón sin salida. Esta habilidad viene con práctica. Cuanto más busques temas de conversación, más los notarás.
Aquí tienes otra oración: Me gusta ir al gimnasio. Siento una gran satisfacción cuando veo que voy mejorando en algo. Aquí tienes tres temas diferentes a los que puedes derivar: puedes hablar sobre cómo te gusta ir al gimnasio, puedes hablar sobre algo que te satisface y también puedes hablar sobre algo en lo que mejoras. Recuerda la última vez que saliste con tus amigos cercanos o compañeros. Notarás que la conversación consta principalmente de afirmaciones. De vez en cuando, una pregunta se introduce de manera natural en la conversación, pero la gran mayoría son afirmaciones.
El cuarto consejo es usar afirmaciones en lugar de preguntas. Cuando haces afirmaciones, compartes información sobre ti mismo. Presta atención la próxima vez que cuelgues con tus amigos cercanos. Notarás que la conversación consiste principalmente de afirmaciones. De vez en cuando, una pregunta se introduce de manera natural en la conversación, pero la gran mayoría son afirmaciones. Aquí tienes algunos ejemplos de diferentes tipos de afirmaciones:
La afirmación de historia de opinión: básicamente, una afirmación que cuenta una pequeña historia o muestra tu opinión sobre algo.
Por ejemplo, en lugar de preguntar «¿De qué tienes miedo?», puedes decir: «Solía tener miedo total de la oscuridad cuando era niño. Dormía con la cabeza debajo de las sábanas para esconderme de todos los monstruos y fantasmas». Nota cómo la pregunta no comparte nada sobre ti mismo y no brinda a la otra persona un tema del que hablar, excepto responder tu pregunta. Por otro lado, la afirmación de la historia comparte información mientras también brinda a la otra persona oportunidades para entrelazar diferentes temas.
También tenemos la afirmación de lectura en frío, que es una excelente manera de utilizar afirmaciones con alguien que acabas de conocer. Básicamente, es una observación que haces sobre la otra persona.
En lugar de decir algo como «Oye, ¿a qué te gusta dedicar tu tiempo libre?», puedes decir «Oye, pareces una persona divertida. Apuesto a que tienes algunos pasatiempos interesantes». Este es un truco genial porque la persona puede responder de tres formas diferentes: número uno, le estás equivocado y te corregirán «En realidad, no soy divertido, duermo todo el día», número dos, le estás equivocado pero por qué pensaste eso «En realidad, no soy divertido, pero tengo curiosidad por saber por qué pensaste eso», y número tres, le estás acertado y se construirá rápidamente una gran conexión. «Sí, soy divertido. Me encanta bailar y cantar, pero ¿cómo lo supiste?». Cada una de estas formas te brinda muchas más oportunidades para derivar en diferentes temas, en comparación con la simple pregunta «¿Qué haces en tu tiempo libre?». Entonces, compartes información primero y no preguntas nada a la otra persona. Depende de ellos decidir cómo responder.
Por último, tenemos la afirmación aleatoria: son afirmaciones completamente aleatorias, literalmente pensamientos que surgen en tu mente. Pueden ser sobre cosas que están sucediendo a tu alrededor, observaciones, historias, pensamientos aleatorios, hay un montón de cosas de las que puedes hablar. Aquí tienes algunos ejemplos: «Estoy cansado de mis amigos, todo lo que hacen es hablar de deportes todo el día», «Mira a ese chico, lo está pasando muy bien. Ojalá pudiera ser tan relajado», «Estoy pensando en tomarme un año sabático de la escuela». Cada una de estas afirmaciones comparte mucha información sobre ti mismo, también brindan múltiples temas de conversación y, finalmente, aportan un sentido de creatividad y espontaneidad a la conversación.